¿A dónde se fue la inspiración? ✍🏼Sobreviviendo los bloqueos creativos
Si la inspiración no llega, toca salir a buscarla.
Perdí la inspiración y no sé dónde la dejé. Si quizás en aquel café en Madrid donde me sentaba a escribir, o en ese corazón, que tan lleno estaba de vida y amor, y al romperse, vacío quedó. Perdí la inspiración y no la encuentro. No me encuentro. Perdí las musas que me invitaban a bailar. Perdí las ganas, también. ¿Qué pasó con esa niña prendida en fuego y llena de vida? ¿Qué pasó con la emoción que llenaba mis días? Si el arte siempre ha sido mi hogar, ¿Ahora dónde me quedo a vivir? ¿Cómo le explico a mi corazón que mis manos ya no hallan qué hacer? Ahora les cuesta tanto pintar y escribir... ¿Qué tanto de mí tuvo que morir que ahora me cuesta tanto florecer?
Escribo. Borro. Escribo. Arranco la hoja y la tiro. Me acuesto a mirar el techo blanco e insípido.
Sigo intentando. No me rindo.
Sinceramente, nunca me he creído la idea de que tienes que estar inspirado para crear; es la acción la que siempre me ha llevado a ver mis ideas nacer.
Llevaba meses sin escribir, sin ilustrar, sin pintar. Lo más natural desde que tengo uso de razón es hacerlo. Expresarme es parte esencial de mi día a día. Es lo que mi alma vino a hacer en esta vida. La voz masoquista de mi cabeza ya había empezado a juzgarme por no ser “lo suficientemente creativa”. A pesar de que han sido meses llenos de muchos logros y primeras veces, me he sentido dispersa e incomoda. Esto no es nada nuevo para mí; sé que los bloqueos son parte natural e inevitable de ser un creativo. Siempre logro sobrevivirlos. Pero esta vez vino como un huracán, llevándose todo lo que encontró en el camino.
Mi mente tomó control y entró en un bucle infinito, haciéndose las mismas preguntas, una y otra vez: inseguridades, comparaciones, juicios a mis habilidades y mis pasiones.
¿Será que realmente soy creativa? ¿Será que es momento de dedicarme a otra cosa que no sea el arte?
Entre tantas preguntas, me di cuenta de que el valor que me doy a mí misma va muy de la mano con mi creatividad. Mi identidad de artista sentimental me la tatué con crayones en mi corazón hace casi más de 10 años. Y si ya no soy eso, entonces:
¿Quién soy si ya no escribo? ¿Quién soy si ya no pinto? ¿Quién soy si ya no creo? ¿Quién soy si todo lo que era ya no está?
Mayo fue un mes de sentirme sumamente frustrada. Por momentos, estuve decidida a cambiar de identidad, de carrera, de pasión. Decidida a dejar atrás a mi proyecto artístico “HeyLovelyGirl” y enfocarme en otras cosas. Así de intensa fue la presión.
La falta de inspiración trajo consigo la desmotivación, el desánimo, el desinterés.
Todo lo que antes causaba gozo y alegría en mi vida dejó de tener sentido. Todo lo que era azul, rosado y amarillo se sentía gris e insípido.
En un card deck me salió la pregunta: “What brings you joy?” y me sentí tan triste al no saber qué responder. Como si un dementor hubiese succionado toda la alegría de mi cuerpo. Me desconocía.
Dejé de pasar por los días, y los días empezaron a pasar por mí.
Por más que lo intentara, se me hizo imposible ver color entre tanto gris. Y me encontré googleando: “¿Cómo saber si estoy deprimida?” y ahi supe que algo andaba mal.
Hasta que en lei esto:
La falta de inspiración y la depresión suelen estar interconectadas, especialmente en artistas o personas creativas. La falta de inspiración puede drenar la energía, la motivación y la capacidad de concentrarse, lo que puede hacer sentir a la persona deprimida.
Y ahí todo hizo click. Es la falta de inspiración la que me hace sentir “deprimida”
De tanto luchar contra el sentimiento, solté el control y le di la bienvenida.
Lo primero que hice fue aceptarlo y permitirme sentirlo todo. Dejé de buscar afuera y empecé a mirar adentro. Me llené de silencio, cuestioné mis creencias, volví a definir mis valores, conecté con mis necesidades y empecé a soltar, como pude, todo lo que me pesaba. Eramos solo la nueva chica que veía en el espejo y yo. Entre el silencio y la soledad pude entender, que así como yo cambié, lo que me inspira también. Y que la inspiración no la iba a encontrar en el mismo lugar que la perdí.
Hoy te escribo desde el balcón de mi nuevo apartamento en Miami.
Esta es la ciudad que me está dando hogar para poder traer a la realidad mis sueños. Empecé un nuevo trabajo (uno que llevo manifestando desde hace años) que me tiene utilizando toda mi creatividad, de otro modo. Y me encanta, me siento feliz, llena, apasionada.
Me mudé a un apartamento con vista al mar y con unas ventanas donde puedo ver el sol salir y agradecerle todas las mañanas.
Estoy empezando un nuevo negocio creativo que me emociona. Me río todos los días. Me miro al espejo y bailo. Hago lo que me provoca porque me provoca. Me estoy enamorando nuevamente de mí, de mi propia compañía, de todas las partes de mí que por mucho tiempo escondí por intentar encajar en espacios en los que no cabía.
A veces lo olvido. Olvido todo lo bonito que he CREADO en mi vida este año, de los huecos que convertí en trampolín, de esa ambición loca que no me permite nunca mantenerme en el piso por mucho tiempo.
¿Cómo me voy a quedar mucho tiempo en el piso si mis pies siempre quieren bailar?
¿Cómo no voy a ser creativa si he CREADO esta nueva y maravillosa vida para mí?
Se me olvida.
Me enfoqué tanto en las piezas de arte que olvidé que mi vida también ha sido mi lienzo.
La inspiración se va por ratos, sobre todo cuando estas en procesos de cambio de identidad, de gustos, de forma de ser. Y ese sentimiento de vacío que llega cuando la inspiración se va, como todo en la vida, también tiene su propósito.
Leí en una publicación que resonó mucho conmigo que los vacíos son los campos más fértiles.
Que hay épocas donde tenemos que habitar ese vacío en lugar de intentar huir de él.
“El vacío es un campo muy fértil, donde pueden surgir nuevas ideas o formas de hacer las cosas si nos atrevemos a parar un rato, respirar e ir con mente curiosa por la vida.”
Gracias a Gabriela por estas palabras, puedes encontrar aquí la publicación “Habitar el Vacío”
Que la falta de inspiración también viene para mover las cosas dentro de ti, para vaciarte y luego escoger de qué te quieres llenar, con más intención.
Le doy la bienvenida a la inspiración y a la alegría, para que mi vida siempre esté llena de vida.
Y aunque aun sigo descubriendo donde se esconde mi inspiración, estoy lista para rellenar los vacíos con mis colores favoritas y mis letras mas honestas.
Si estas pasando por un bloqueo creativo, aquí te comparto diez cosas que puedes hacer:
NADA (en serio, no hagas nada. chillea)
No te forces a crear si no fluye. Tomate un creative vacation.
Aceptar que tienes un bloqueo creativo y permítete sentirlo.
No te compares, por favor.
Esa voz de tu cabeza que te hace sentir que no eres suficiente por no estar creando, ponla en mute. Bájale el volumen. No le creas.
Abúrrete. Pasa tiempo a solas. Toma baños largos. Habla contigo mismo. Usa el bloc de notas. Baila frente al espejo.
Intenta algo nuevo. Algo que no hayas hecho antes. Toma algún curso. Juega padel. Haz cerámica. Toma malas decisiones. Besa a tu amigo. Descarta lo que no te gusta, llévate lo mejor de lo que te gustó.
Tomate un break de las redes sociales. Consume contenido de formatos mas largos. Metete en la pagina web de una revista que te guste y lee articulos. Lee un libro, hasta el final. Mira un documental que jamas hubieses visto. Explora el mundo fuera de tiktok e instagram.
Make bad art. Escribe, dibuja, pinta, haz eso que te gusta, pero para ti. No para nadie más. Si te queda feo, ríete. Arranca la pagina mil veces. Diviértete y quítate la presión de que te tiene que quedar “bien”
Si intentaste esto y mas, y aun así, te sientes bloqueado. Toca desbloquearte manualmente. Y aquí si te recomiendo que te empujes a hacerlo, así no quieras. A véces la creatividad necesita un pequeño empujoncito para que vuelva a arrancar.
Si tienes otro tip para salir de bloqueos creativos, te invito a que lo compartas en los comentarios. Me encantaría leerte.
También te comparto el album de Novo Amor “Cannot Be, Whatsoever” que me ha mantenido inspirada estos últimos meses. En especial “No plans” “Keep Me” y "Opaline” enjoy!!!
Catch you next Sunday.
With love,
A veces se nos olvida que antes de salir a compartir necesitamos esos momentos de pausa y vacío para nutrirnos a nosotros mismos. Y no hay nada malo en eso 🥰
Somos seres ciclicos y como nos enseña la naturaleza, no podemos estar siempre en primavera y verano floreciendo o recogiendo frutos. Hay momentos en los que toca pasar por el otoño e invierno donde parece que todo muere (hasta la inspiración) pero en realidad todo se está transformando para dar inicio y espacio a un nuevo ciclo 🌱
Gracias por compartir tu experiencia 🤩 y por haber resonado con mis palabras sobre el vacío 💙 Te comparto la publicación donde puedes encontrarlas 💌
https://open.substack.com/pub/angelicaflores/p/habitar-el-vacio?utm_source=share&utm_medium=android&r=1a7zqz
Me ha encantado, Lau, especialmente lo de no ir a buscar la inspiración donde la perdiste. Hay que seguir avanzando. No somos la misma persona que hace años y por supuesto que hay cosas que van a cambiar y dejar de movernos por dentro. Parece muy evidente, pero no lo es. Nos aferramos a lo que fue y no dejamos que fluya lo nuevo, que por prejuicio no creemos que vaya con nosotras. También me resuena mucho lo de cuestionarte quién eres si no eres creativa, en mi caso si no soy escritora. Curiosamente me lo pusieron de frente unas setas psicodélicas que tomé hace varios años, haciéndome cuestionarme si yo era alguien si no escribía. Estaba poniendo demasiado peso en esa identidad. Tú eres infinitamente más grande que ningún proyecto creativo que hagas. Si dejas de escribir, pintar o lo que sea que es tu medio de expresión ahora, no significa que dejes de ser. Pero seguro que algún medio de expresión surge de ti, naturalmente, si le das cabida. Un abrazo! M.