Hablar contigo es
como hablar con una armadura.
No hablas desde tu corazón,
hablas deste tu ego,
poderoso, fuerte y en control
de cualquier situación.
~
Y hablar conmigo es caótico,
porque hablo sin pensar,
tiendo a victimizarme,
miento por miedo
y digo mas de lo que debería.
(o menos)
~
Somos un par de contradicciones.
Lo cual es irónico porque nos reflejamos.
Compartimos un signo zodiacal.
Accidentalmente siempre decimos lo mismo al mismo tiempo
y nos reímos por los mismos chistes.
~
Tan diferentes y tan similares.
Tu tan racional, yo tan emocional.
Pero ambos,
ego. control. orgullo. miedo. inseguridad.
Dos espejos, frente a frente.
Jugando a quien siempre logra tener la razon.
y en ese juego, nunca hay ganadores.
Jugando a buscar culpables para alivianar el dolor
y ahí tampoco, gana nadie.
~
Nos culpamos por pecar distinto.
Hasta que entendí que realmente
la culpa la tienen nuestros demonios,
no nosotros.
Tu sombre y mi sombra,
que juntas, explotaron la luz
y solo quedo oscuridad.
Nos rompimos,
mientras prometimos cuidarnos.
Y las cosas rotas,
solo terminan rompiendo mas.
~
Y no me culpo.
Y tampoco te culpo.
Culpemos a la tercera persona en la que nos convertimos.
La personalidad que compartimos juntos.
La persona que yo era contigo
y la persona que tu eras comigo.
Nosotros, como un alter ego.
Quizás es su culpa,
porque creo que tu eres una buena persona,
y yo tambien lo soy.
Quizás no eramos buenos
el uno para el otro.
Te quise mucho,
y se que tu tambien me quisiste.
Quizás no supimos querernos.
o mejor dicho,
no supimos como demostrarlo.
~
Así que no te culpo,
tampoco me culpo.
Los culpo a ellos.
Completamente.
A nuestros demonios.
A nuestro alter ego.
Que hicieron de este amor,
a beautiful chaotic love affair.