Pase mucho tiempo intentando dejar ir: personas, amores, sentimientos, incluso mis propias formas de ser. Me tomo bastante tiempo aprender el arte de soltar. De vivir mi vida con las manos abiertas, una para recibir y otra para dejar ir. Entendí que la vida está hecha de principios y finales. Todo son ciclos. Hay tiempos, procesos, cambios. La naturaleza lo explica muy bien, trabaja en ciclos. Por eso hay estaciones donde las plantas florecen, los arboles crecen, y los atardeceres cambian de color. No somos diferente a la naturaleza, de hecho, somos parte de ella. Y estos ciclos, también forman parte de nuestra vida. No estamos hechos para hacer lo mismo, ni ser los mismos todo el año. Vamos evolucionando, cambiando de piel, de color, de formas de pensar, soltando esas hojas que se marchitan, que ya no nos sirven, y gracias a los días lluviosos crecemos con mas fuerza.
Me tomo tiempo entender esto. Que yo soy parte de la naturaleza. Que tengo que aceptar las estaciones de mi vida. Las personas que se van, los momentos que no se repiten, los días lluviosos y las noches estrelladas cuando todo esta en calma. Y suena fácil, pero es jodido. Es jodido sobre todo cuando tenemos que aceptar que por mas que lo intentemos, y por que mas nos aferremos, no queda de otra que dejar ir. Hablo de amor, para ser mas especifica. Cuando se trata del amor, es mas jodido. Porque, ¿Como cambias de piel para dejar ir a alguien que esta tatuado en ella? ¿Como sacas a alguien de tu mente que no sale de tu corazón? Si, y es que puedes tener cien mil razones por la cual hay que soltar y sacarlos de tu mente, pero solo necesitas una para olvidar esas cien. La vida esta hecha de finales y aunque tratemos de esquivarlos, la historia siempre se va a repetir. Porque lo que no es para ti, no lo es. Y ya. Los finales son inevitables.
Puse todo esto que aprendí en practica. Se me hizo mucho mas facil el proceso. Sentía que cada día iba soltando un poquito mas, pensando que avanzaba. Pero sin darme cuenta, un día de la nada volvía al principio, a un eterno loop que por mas tiempo que pasara, aun encontraba partes de esas personas cuando cerraba los ojos, o cuando hablaba, en mis recuerdos o en mis sueños. Y ahí fue cuando tuve un *realización* que me cambio lo que me llevo tanto tiempo aprender: no hay que dejar ir.
Me explico mejor: físicamente, si hay que dejar ir. Hay que decir adios. Hay que marcharse. Hay que alejarse. Hay que ponerse a uno de primero para crear un ambiente seguro y así poder seguir adelante y no quedarse estancado en donde no puedes crecer.
Pero energéticamente, nunca podemos dejar ir del todo. No podemos olvidar del todo. Porque eso que queremos dejar ir, es parte de nosotros. Esas personas que llegaron a nuestra vida y tanto queremos olvidar, son parte de nosotros. Son parte de nuestra historia, de nuestros recuerdos, nuestras experiencias y por mas que no queramos, de nuestro presente. Cuando las energías se comparten y se mezclan, esas personas se vuelven parte de nuestra experiencia humana, de nuestra esencia. Juegan un rol muy importante en nuestra evolución: en la forma en que pensamos, la forma en que sentimos, la forma en que amamos y en la que volveremos a amar. En lo que somos. Esa persona probablemente reflejó la mejor versión de nosotros, y también la peor. Llegan a nuestra vida a transformarnos, como una tormenta o como una estación. Son parte de nuestro viaje, de nuestra naturaleza. Querer borrarlos y olvidarlos es querer olvidarnos de nosotros mismos también. Somos una colección de todo lo que nos rodea, y sobre todo de lo que amamos. Vamos agarrando pedacitos de la otra persona, y quedan por siempre en nosotros.
Así que no, no hay que dejar ir. Si no mas bien hay que aceptar que siempre serán parte de nosotros. We don’t let go, we surrender.*
Solo porque la relación no funciono como queríamos, o no duró para siempre, no significa que no cumplió con su propósito. Al contrario, no hay encuentros casuales entre almas. Que esa persona llegara a tu vida, te convirtió en la persona que tenias que ser, te enseñó lo que tenias que aprender, y te puso en el camino en el que tenias que estar.
Así que dejemos de intentar sacar de nuestro corazón a alguien, porque estaríamos sacándonos a nosotros también. Negarlos, es negar una parte de nosotros. Hay que amarlos, sin importar si están o no están. Si siguen siendo parte de nuestra historia o no. Porque para amarnos a nosotros mismos, tenemos que amarlos. Ya que ellos forman parte de nosotros, y sin duda, nosotros de ellos.
Sin importar que, queramos o no, los llevamos a todos lados. Están tatuados en nuestra alma, en nuestra esencia. No hay que dejar ir, hay que aceptar y hay que amar. Siempre hay que amar.
*(No hay una buena traducción en español de esa palabra, seria algo como rendirse o renunciar a nuestro apego al control o a ciertas creencias)
Sera el
universo y la naturaleza misma q tus palabras cobran sentido socialmente creemos q soltar ir es lo q estamos obligados hacer para evitar los juicios y estereotipos despues de un desamor; vamos creciendo con heridas sin cerrar; confirmo con tu carta de hoy q no es asi qe no hay qe dejar ir a quien amaste tanto como a ti xq es un reflejo tuyo de amor. Hace una semana me decia la persona q por 13 años como decias compartio dias puso un "final" doloroso xq lo es pero estoy en la aceptacion dia a dia y te lei y fue un susurro a mi oido y a mi alma q no estoy eqivocada. Creo q nada llega a tu vida por casualidad unos se van y otras personas magicas como tu llegan. Gracias y Gracias
Amooooo✨