¿Qué hubiera pasado si…?

Mi corazón está en paz ya que entiendo que lo que es para mi, siempre lo será… y lo que no es para mi, nunca lo iba a ser.

Cuantos amaneceres anhelando estar en un lugar distinto, sin valorar el que me sostiene.

Antes (hace no mucho) me la pasaba mirando al pasado, con duda y ansiedad, haciéndome una película mental de lo distinto que sería mi presente si hubiera hecho un par de cosas diferente. “¿Qué hubiera pasado si no hubiera cometido ese error?“ “¿Qué hubiera pasado si hubiera tomado esta decisión en vez de esa?“ 

¿Qué hubiera pasado si…? ¿Qué hubiera pasado si…?

Esa pregunta atormentaba mi mente y llegaba constantemente como esos pensamientos que quieres evitar, pero cuando llegan poco a poco se apoderan de todo tu cuerpo. Empezaba en mi cabeza y recorría todo mi cuerpo, hasta que se sentía como un peso que me dejaba tirada en la cama contemplando el techo blanco y vacío. Que aunque nunca dejaba de ser blanco y vacío, mi mente proyectaba una película de como sería mi vida si otra cosa hubiera pasado. Me llenaba de culpa, arrepentimiento y nostalgia.

Ahora aunque esa pregunta sigue llegando a mi cabeza, la respuesta es otra. Ahora entiendo que aunque las cosas pudieron ser diferentes, no significa que pudieron ser mejor. Ya dejé de buscar razones donde no las hay, dejé de hacerme preguntas sin respuestas. Sobre todo, ya no me juzgo, ni a mi, ni a mis decisiones, ni a nadie de mi pasado.  Ahora entiendo que hice lo que pude con lo que sabía en el momento. Tomé la decisión basándome en lo que creía que iba ser mejor para mi. Quizas si lo fue, y no lo vi. Quizas no lo fue. Pero de nada sirve cuestionarme un pasado que no puedo cambiar.

Entendí que nada es permanente y ahí está la verdadera magia. Las personas llegan a tu vida, unas te sonríen, otras te invitan un trago, otras se quedan y otras se van. No es nuestro deber entender las razones, tal vez no las haya, quizás solamente somos nosotros encontrándonos a nosotros mismos a cada instante en otra mirada, otros labios. Llevándonos le mejor de cada persona y de cada momento. 

Así que ahora cuando volteo a mirar atrás, trato de que no me invada la nostalgia, y miro con agradecimiento: por lo que fue, por lo que me enseñó y por lo que viví. Mi corazón está en paz ya que entiendo que lo que es para mi, siempre lo será… y lo que no es para mi, nunca lo iba a ser. 

Decido dejar de mirar al pasado y vivir en el único momento que puedo controlar, mi presente. Confío en que lo mejor es lo ya es y sobre todo, lo que está por venir.