Extrañar sin volver.
Puedes extrañar a alguien y aun así entender que lo mejor para proteger tu paz es mantener distancia.
Puedes extrañar a alguien y aun así entender que lo mejor para proteger tu paz es mantener distancia.
(Imagen de GoFloresGo)
Extrañar a una persona esta bien. De hecho, es totalmente normal. Pero esto no significa que debas acercarte, ni tampoco significa que debas ir a decírselo. Envíale amor desde la distancia y que tu prioridad sea tu propia paz mental.
Recuerda que nuestra mente, cuando extrañamos a alguien, también idealiza mucho. Muchas veces extrañamos mas lo que nuestra mente se imagina que lo que en verdad era. A veces extrañamos momentos y personas que dejaron de existir hace mucho. El cerebro busca formas de sentirse conectado nuevamente con esa persona y reproduce recuerdos que vivieron juntos como una “señal” para reconectar.
Cuando alguien que quieres se comporta de una manera que te lastima, o que sabes que no esta bien, probablemente sea necesario reconsiderar el lugar que le das en tu vida. Tal vez sea momento de tomar distancia para ver todo desde otra perspectiva y de reevaluar cual es su rol en tu vida.
Una vez mi terapeuta me dijo que insistir en volver a una relación que no te hace bien, proviene de un patrón ligado a una falta de merecimiento. A sentir que eso es lo que te mereces. Es un intento por sanar una herida interna, que no hace más que reabrirla una y otra vez.
Pero yo pienso que donde hubo amor, siempre se va a extrañar. Siempre nos llevamos un poquito de la otra persona con nosotros, ese amor continua viviendo con o sin ellos. Y la nostalgia siempre toca la puerta, sobre todo de noche, cuando cerramos los ojos y los recuerdos se reproducen como una película mental. Como dice uno de mis escritores favoritos, Mario Benedetti “Nadie nos advirtió que extrañar es el costo que tienen los buenos momentos."
Hay una frase que me encanta, porque recuerdo haberla sentido con todo mi corazón, y es esta:
De igual manera, podemos tomar la decision de extrañar sin volver. De recordar sin reabrir la herida. De tomar el tiempo y espacio que necesitemos para sanar.
Las decisiones son grandes momentos en donde tenemos la oportunidad de dejarle claro al universo lo que queremos y lo que sabemos lo que merecemos. Que nuestro nivel de merecimiento es un poco más alto. Que ahora solo aceptamos cosas que nos sumen y no que nos resten.
He aprendido que es importante escoger las relaciones que queremos nutrir y dejar ir las que no. No tengas miedo de dejar ir lugares, relaciones y espacios que ya no resuenan, que ya no vibran contigo. Hay situaciones que cumplieron su ciclo. Recuerda que en el viaje de la vida hay personas que son parte del camino y otras que son destino. Agradeceles por lo que fue, por el amor que te dieron, por los recuerdos que crearon juntos.
Créeme cuando te digo que SÍ puedes elegir de nuevo. Estás a tiempo. Un paso a la vez, sin presión, saliendo de lo que lastima tu corazón y creando espacio para que lo nuevo y lo sano llegue a tu vida.
¿Y como puedes empezar? Siempre llega un día en que tienes que elegir. Aunque haya dolor al principio, porque al ego le cuesta aceptar. Todos evolucionamos, las relaciones también. Y muchas no evolucionan con nosotros. Y duele. obvio duele. Sé que no siempre es sencillo tomar una decisión o hacer un cambio. Yo también estuve ahí. Pero es parte de la vida.
(Imagen de @werenotreallystrangers)
Si en algún momento te sientes perdido, haz una pausa y observa si donde estás es por escucharte a ti o por miedo a no saber qué ocurrirá si das ese paso y tomas esa decision.
Cuando cierras los ojos cada noche, no hay sensación más pacífica que decirle a tu corazón: «Yo escucho tu voz».
Si hoy no puedes tener lo que quieres, no te quedes con lo que no quieres.