Nuevo año, ¿nuevo yo? Meh
No sé si me encanta ese concepto. Me gusta quién soy. Quiero seguirlo siendo.
Claro, sé que tengo un par de cosas que “debería mejorar”: tomar más agua, dejar de ir de fiesta, dejar de tomar y fumar, hacer más ejercicio, meditar más, scrollear menos, tomar mis vitaminas, comer a las horas correctas, dormir temprano. Insertar aquí todas las metas perfectas de un ser humano perfecto. Podría seguir esta lista por horas, pero... ¿saben qué? Blah, blah, blah.
Admito que estoy cansada. Cansada de los “debería”. De los libros de autoayuda que prometen que voy a despertar siendo la versión más auténtica y empoderada de mí misma. De las frases motivacionales que suenan bonitas, pero mañana se me olvidan. Y, sobre todo, estoy cansada de esa búsqueda interminable de la “mejor versión de mí”.
Spoiler: esa versión nunca llega porque siempre hay otra mejor que seguir buscando. It’s like I’m chasing my own tail.
Así que este año decidí que poco me interesan los “debería”. Mi única brújula será mi intuición. Quiero seguir el good feeling. Eso que me hace sentir bien, viva. Lo que me llena de adrenalina y dopamina. Lo que me da placer, lo que me hace sentir emocionada, sexy y llena de energía.
Pasé mas de un año entero en relaciones que me hacías sentir que algo estaba mal en mí. Otro año entero lidiando con las heridas e inseguridades que me dejó. Y ahora, después de todo ese drama emocional, creo que es hora de... ¿simplemente disfrutar?
Mis palabras para 2025 son dos: Disciplina y Diversión.
Sí, quiero disciplina, pero no necesariamente para ser esa “mejor versión” que todos esperan. La quiero para tener la vida que yo quiero. Para hacer espacio en mi agenda para lo que realmente me importa y me provoca: crear mi arte, crecer mis negocios, ser una workaholic (lo soy y me encanta), escribir mi libro, sentirme mejor con mi cuerpo, salir con amigos, los viajes espontáneos, datear y, por supuesto, llenar mi vida de inspiración para seguir creando y escribiendo.
Y lo más importante de este año: I just want to have some good old FUN. Quiero divertirme. Mucho.
¿En qué momento decidimos que la vida solo se trata de trabajar, pagar cuentas y dormir ocho horas? No sé ustedes, pero eso suena más a un tutorial de supervivencia básica que a vivir de verdad.
No siento que le damos suficiente espacio en nuestra vida al placer.
Porque el placer importa.
Y no, no hablo de placeres superficiales o vacíos. Hablo de esos momentos que nos recuerdan por qué vale la pena estar vivos. Hablo de escuchar esa canción que te hace bailar como si nadie estuviera mirando. Hablo de esas noches que empiezan como un plan chill y terminas con mil cuentos que contar. O cuando decides dejarte llevar, pedir otro whisky y olvidarte de que mañana tienes cosas que hacer. O pagar 10 dólares por un café mega overpriced pero que disfrutas como nunca. Esos momentos no son un capricho; son pura vitamina para el alma.
El placer es ese spice que le da sabor a todo.
Es el placer en su forma más pura: sin excusas, sin justificaciones, solo porque se siente bien.
Y no es que tengamos que estar de fiesta cada fin de semana (aunque, ¿qué tanto? Acaba de salir el nuevo álbum de Bad Bunny, so we actually should). Pero un poco de descontrol nos recuerda que la vida no es solo para cumplir metas, sino también para vivirla. Para hacer lo que te provoca porque te provoca. Para tener muchas historias divertidas que contar cuando crezcas.
Y este año, quiero un poco más de eso.
En 10 años estaré casada (bueno, eso espero yo) con hijos (espero también) y quizá no tenga la libertad de seguir disfrutando mis 20’s como lo puedo hacer ahora.
Tengo más de seis meses sin escribir por aquí. No sabía sobre qué escribir. Generalmente escribo cuando estoy triste o cuando estoy reflexionando sobre mi vida, y, cómo pueden leer, no he estado en ninguno de esas dos estados. I’ve just been having a good time. Así que intentaré escribir más sobre mis anécdotas o sobre lo que me provoque.
Ya no me interesa escribir algo porque suene interesante, o porque vaya a tener likes. Solo quiero escribir porque me provoca.
Pensar menos (o lo necesario), disfrutar más, y vivir aún mas.
En fin, ya no quiero seguir arreglándome como si fuera un carro viejo y dañado. Soy un fucking mustang con ganas de salir a pasear en la autopista a toda velocidad.
So, are we having fun or not?
P.S.: No se crean, igual hice mi vision board y mis New Year’s resolutions. Pero se siente como un fresquito escribir esto y darme el permiso de simplemente disfrutar la vida un rato.
Les comparto un playlist que me da mucha dopamina y me tiene con la energía en los cielos.